Revista blog: Se colgó la vaca

Diarios de la Vaca

Para justificarnos, para dar fe de erratas, para mentarnos la madre, para sufrir, para gozar, para discutir sobre basura reciclable.

lunes, 14 de marzo de 2011

Menú









14 de Febrero al 21


Papas comestibles y otras bizarradas













Editoríal ¿Que le apetece leer?

Por fin, luego de tantas iluciones e ideas sueltas colgamos a la vaca. Primero como blog, luego, si resulta la plata, podría ser una revista con todas las de la ley. Por ahora tendremos que conformarnos con esto. Claro que, el apoyo y las ganas no nos faltan, y eso es lo más importante.
"Se colgó la vaca" no es más que una conjugación de ideas repentinas y absurdeces, juicios de valor, opiniones personales, criticas fuertes, trabajos antiguos, escritos esforzados y dibujitos bizarros. Así que, de una vez se lo advertimos, para que no critique o se queje. De igual forma, en esta edición, encontrará escritos relacionados con papas, comida y flores, quizá estos elementos le parezcan de buen gusto, en el caso de que el blog no lo haga.

¿Que le apetece leer señor? exploramos el tema de la comida y estos son los resultados. Son pocos, si, apenas estamos comenzando. Ya sabrá usted cual le apetece degustar, si un stop motion, una opinión, un cuento sobre papas, o un comic bizarro.

No es más, son cortas lineas, para una edición importante. Pero que le vamos a hacer, no pretendo que sea la última.


Pablo Jaramillo J

Cuatro por cuadro



Juan Diego Escobar

LA MUERTE DE LAS MARGARITAS







Todo tiene una fecha de caducidad...
Animales, plantas.. 
Nada está hecho para la eternidad, ni siquiera los objetos

Nadie llora tras la muerte de una planta
¿Cómo muere una planta?
Como cualquier otro ser vivo supongo
¿Cuántas flores no habrán muerto en nuestras manos?-... infinitas
Pero creo que tenemos una especial tendencia a arrancar determinada flor... Las margaritas
No son las más bonitas, pero son de las primeras que conocemos

¿Cómo muere una margarita?
De todas las formas conocidas de muerte para quién sea no se me ocurre una forma más dolorosa y cruel de morir. 
Y casi siempre solemos ser las chicas las autoras de aquel cruel asesinato 
Pero no para llevarlo a nuestro padre o a nuestra madre.. No!
Realizamos un juego macabro y poco considerado con ellas..
un pétalo:         Me QuIeRe
otro petalo:      No Me qIeRe
un pétalo más: Me QuIeRe
y otro:              nO mE qIeRe

Y yo me pregunto

"¿ Qué culpa tendrá la margarita que le quiera o no?"
o mejor aún
"¿ Qué sabrá la margarita si le quiere o no? "

Pobres

Pensálo y guardá un minuto de silencio por cada margarita que hayas asesinado vilmente
O mejor, acercáte a la estación de policía más cercana y acusáte de asesino/a
Te tomarán por loco

¿Pero acaso el mundo no se ha vuelto loco? 

Media mañana / Pablo Jaramillo J

El veneno que esconden las gomitas


  Luis Miguel Grisales

¿Qué puede ser más enviciador que unas gomitas bien sabrosas? Todo está a favor de ellas. Son baratas, saben rico, son llamativas y tienen un poder altamente adictivo. La verdad, no sé si hay un componente especial que las haga tan apetitosas, vaya a saber uno qué mierda le muelen a eso y uno feliz consumiendo.
Lo mejor de todo es que la venta de las “gomitas” se convirtió en un negocio muy rentable en las universidades. Se puede notar la cantidad de personas que pasan por la entrada de la U con su chaza refinada, exhibiendo el negocio que va dejar al otro sin dinero, porque claro, una sola no es suficiente, lo que hace que no sean ya tan baratas y cuando se acaba el dinero sólo quedan dos opciones, o deja de consumir o le pide que le fie y la cuenta crece y crece.
No a todo el mundo se le acaba el dinero para seguir comprando. Estos siguen comiendo hasta que pasa algo peor. Un terrible dolor de estomago, chuzadas terribles acompañadas de uno que otro pedo que lo hacen retorcer y hasta sudar frio. Es que ¿qué puede ser más incomodo que una indigestión en el lugar menos indicado? En este caso, el salón de clase. El profesor hable y hable mientras uno lo mira, cómo tratando de disimular, frunciendo nalga y mostrando una sonrisita que no hace más que reflejar ese desespero. Me imagino que eso mismo le pase a uno en sus días de conquista, poca confianza y una buena impresión que hay que construir, pero que en ese momento tiende de un hilo.
Al preguntarle a personas del común, ¿qué es lo primero que muerde de una goma con figuras de animales?, obtuvimos respuestas como:
“Me gusta morder pedacitos pequeños de los brazos y piernas para que disfrutar más de la goma y me salga más barata”.
Está bien que haya que cuidar el bolsillo, pero no hay derecho a tanta tacañería.
“yo muerdo la cabeza, me gusta acabar con esa imagen tierna y la carita sonriente”. Realmente uno se queda pensando en qué es lo que está pasando. Pero ésta no es la respuesta más asombrosa. “Realmente me gusta arrancarles la cabeza, imaginar que sufren me vuelve más adicto, sobre todo cuando tienen centro líquido”. Parece como si las gomas estuvieran ligadas a la violencia. “Me gusta torturarlos mordiendo cada parte de sus miembros, por último la cabeza”.
Tal vez por eso se vuelve tan atractivo el consumo de gomas, es como una forma de desfogar emociones reprimidas, pero es preferible pensar en aquellas personas que lo hacen sanamente y se han sentido perjudicados de uno u otra manera.
Flatulencio Ortiz nos cuenta sobre su experiencia, él es un adicto a las gomas y dice que su vida se ha ido desvaneciendo poco a poco. “Yo empecé a consumir cuando estaba en tercer semestre y al principio parecía inofensivo, pero con el paso del tiempo me di cuenta de los riesgos que trae comer tantas gomas”, Flatulencio empezó a perder atención en las clases, su cuerpo estaba en el aula, pero su mente volaba en un mundo de glucosa y colores llamativos. “llegó un momento en el que yo no ponía cuidado en clase, primero por andar masticando y segundo por los dolores de estómago acompañados de una fuerte pedorrera, ya nadie se hacía a mi lado, perdí a mis amigos”.
Lo que le paso a Flatulencio Ortiz es algo que tal vez le pueda pasar a usted, así que tenga precaución a la hora de consumir estas “nobles” gomas enemigas del colon y de su bolsillo.

Vinéo

·        
Últimamente no soy capaz de escribir dos líneas con sentido, he perdido mi inspiración, y no sé por qué, me pregunto si alguien lo habrá notado. Bueno, alguien si lo hizo y yo le he contado la ausencia de mi inspiración. Y no spe muy bien cómo, supongo que iba a hablarme de mi 
“Muso” pero nos hemos dado cuenta que dicha palabra no existe, que sólo la hay en femenino, es decir, musa. 
¿No les parece injusto? Pedimos mucha igualdad, pero luego resulta que hay palabras en femenino y ¡no existen en masculino! Así que se me ha ocurrido buscar una palabra que tuviera el mismo significado que musa, pero para referirnos a un hombre, a nuestro “muso” y creandme, no es fácil inventar una palabra.
Tiene que ser una palabra bonita, masculina y literaria o poe´tica. Tiene que tener cierta musicalidad para que al pronunciarla suene de forma delicada. Y tiene que acabar en O. Tiene que tener V y N, por petición de mi colaboradora. Y a mí me hubiera gustado que lleve una U, pero se botaba la elegancia de la palabra. Me ha costado mucho! Pero al final hemos convenido en que la palabra indicada es la siguiente:
Vineo
Luego ha venido el problema de la pronunciación, así que la he hecho llana y aguda ( esdrújula en este caso no es posible) y he llegado a la conclusió de respetar el hiato, por lo que se pronuncia “Vinéo” 
Y ahora la parte más difícil en el nacimiento de todas las palabras, la difusión. Habíamos pensado que, dado que “muso” no existe, todos pordíamos usar vineo para referirnos a ello, de forma que con el tiempo se convierta en una palabra más de nuestra lengua. ¿Qué les parece? 
Resulta que no era capaz de escribir nada porque mi vineo no existía. Porque claro ¿Cómo nombras algo que no tiene palabra? Es como si no existiera. Y ahora que ya existe, y después de presentar la nueva palabra (que espero
que sea acogida por todos con brazos abiertos) quiero decir algo: le voy a extrañar

Triángulos Sabrosos, olorosos y gustosos…

Daniel Guillermo Castellanos Ortegón



Generalmente cuando tengo hambre y estoy lejos de mi casa recurro a comprar mecato: papitas, golosinas, dulces o un comestible relacionado; pero desde hace mucho tiempo la costumbre es comprar una pequeña y crocante hojuela que viene en forma de triangulito. Desde que los descubrí entendí porque son tan populares en todo el mundo, su color anaranjado tiene como objetivo atraer consumidores que nunca dejen el popular  y sabroso producto.
Cuando entra en la boca la sensación es de una inmediata alegría, al sentir como se quiebra al tocar los dientes, un sabor a queso único y especial. Los dedos quedan pintados y pegajosos, lo que se recomienda es meterlos en la boca y lamer levemente los residuos para tener mayor satisfacción al consumirlos, en pocas palabras hay que chuparse los dedos; aconsejo el sabor de los Doritos picantes, son supremamente adictivos, se diferencian del tradicional por el color amarillento.
Claro que no todo es bueno, recuerdo someramente hace unos días cuando en un venerado paquete de Doritos picantes me salió un enorme triángulo grueso, con un aspecto mutante; el producto estaba podrido, quedé medio decepcionado porque tenía muchas ganas de comer, pero bueno… esas son las historias que solo le pasan a uno. 
También para muchos personajes el olor es similar al de la pecueca, por eso desprecian los fantásticos triángulos anaranjados;  pero no podemos asociar el olor a queso con el de los pies sudados, ¿o entonces el queso en todas las comidas igualmente produciría vomito? ¿Es más extravagante el olor a queso en los Doritos? Yo si disfruto el queso en muchas comidas: pizza, hamburguesas, lasaña (lasagna) etcétera.
Gracias a Dios por la creación de los dorados y crocantes triángulos quesudos, igual por ese nauseabundo olor que ahuyenta a algunos fulanos, pero ellos pierden la oportunidad de saborear algo exquisito; eso si, los Doritos son caros, recomiendo Tostacos, igualmente sabrosos…

Marx Steel

            




 "Clasificado Che para todos"

La Eterna Manuela

Juan Felipe Quiceno 

-No recuerdo la última vez… la verdad mi mano ha sido fiel amiga. Por la mañana y por la noche me saca de unos apuros.
-Con razón, tú eres el hijo de puta que ha manchado todo de leche. Ya no puedo agarrarme de ninguna parte del barco cuando la marea nos golpea porque está todo salado.
Puede que a ti no te haga falta, pero a mí sí, aunque sea con manuela.
-Pero sin manchar toda la cubierta, cabrón.
-TIERRA, gracias al cielo, por fin tierra.
-Adiós, Manuela por fin mujeres a la vista
-Con cuidado, ellas tienen hombres y no parecen amigables.
El barco se detuvo y algunos hombres descendieron de su interior. Estatura mediana, con barbas puntudas y de color castaño. Ojos enigmáticos que reflejaban un pasado en tierras lejanas y civilizadas. Esos ojos intentaban sin éxito, enfocarse en alguna parte de todo el panorama exótico que observaban. Palmeras gigantes, abundante selva en el fondo, animales que nunca habían visto y unos seres de piel oscura que andaban casi desnudos, con unas ramas que cubrían sus genitales, siendo ésta la única ropa de la que disponían. Portaban adornos diversos, con colmillos, piedras preciosas, conchas que les daba un aspecto ancestral.
Se miraron por muchos minutos. El asombro era mutuo. Los navegantes se distraían con cualquier objeto que no habían apreciado, con un animal que les pasaba cerca, mientras los pobladores empezaban a tomar una actitud defensiva y uno de ellos, el que parecía el líder, por la calidad de los adornos que poseía, les pregunto en un idioma que los navegantes no entendía, que querían y por qué venían.
Ya los navegantes estaban dispersos y no prestaban atención. El líder de esa tribu empezaba a inquietarse por la peculiar forma de actuar de estos personajes.
-Jamás en vida había visto tanta naturaleza. Mira que animales tan extraños y que gente tan fea y mal vestida.
-Es que no saben manejar un lugar tan bien dotado. Dios le regala a los más ignorantes todas las posibilidades de triunfo y éstos desde su incapacidad desaprovechan todo.
-Por eso Dios crea gente como nosotros, para enseñar el camino.
-Queridos pobladores hemos venido en son de enseñanza. Dicho esto empezó una de las relaciones má simpáticas de la historia humana. Dos grupos humanos con marcadas diferencias en muchos aspectos, que tenían idiomas tan diferentes, empezaron a comprenderse, a relacionarse hasta compenetrarse por completo.
Pasó el tiempo y los navegantes estaban adaptados a las inclemencias del clima tropical, entablaron excelentes relaciones con todos los pobladores y empezaron a ejecutar su brillante plan.
-Los tenemos, joder. Estos tíos están empezando a hacer todo lo que decimos, dentro de poco nuestro dominio será absoluto y explotaremos estas tierras para nuestro beneficio.
Mientras los navegantes ingeniaban diversas estrategias para hacerse con todo el terriotorio, los pobladores, para nada ignorantes, tenían todo preprado para defender su tierra. Ellos desde hace rato conocían las intenciones de los navegantes que, al ganarse su confianza, buscaban arrebatarles lo que por herencia era les era propio.
Los pobladores estaban esperando la reunión que se llevaría a cabo en dos días con los pobladores para empezar su macabro plan, que consistía en asesinar por la noche a los principales líderes de los pobladores y así hacerse con el control del territorio.
-Con esta reunión nos ganaremos más su aprecio y no serán tan cautelosos por las noches. He notado que disponen guardias para vigilarnos. Pero ya no más hemos ganado su confianza.
“El banquete está servido”, anunciaba uno de los pobladores. Poco a poco la gente ocupó sus respectivos lugares, dejando los últimos tres asientos para los navegantes que se sentían privilegiados.
El plato que sirvieron se componía de verduras frescas, carne de cerdo y papas gigantes que tenían un apetitoso aspecto. Los navegantes consumieron con fruición y quedaron plenamente satisfechos.
Luego, los tres hombres, los condujeron a sus cuartos para que descansaran. Cuando éstos abandonaron, los navegantes con sonrisa malévola empezaron a ultimar detalles de su conquista. En ese preciso instante los atacaron los dolores más agudos y profundos en el estómago, lo que los tumbó y los puso a retorcerse en el suelo. Los ojos se les pusieron rojos e hinchados , los dedos se les retorcieron y empezaron a surgir calambres en todas las extremidades hasta ponerlos a llorar y gritar como niños pequeños.
Ante el alboroto, todos los pobladores llegaron y cuando las mujeres los fueron a auxiliar. El líder máximo de la tribu, llamado Yarsha, un hombre viejo de aspecto taciturno los detuvo de inmediato y se acercó ayudado por los tres hombres que habían conducido a los navegantes. Cuando llegó hasta donde se encontraban los hombres tumbados dijo: ¨estos hombres desde que llegaron a nuestras tierras lo único que han querido es apoderarse de ellas, dejarnos sin nada. Se han burlado de nuestra confianza. Por eso han recibido el castigo que nos aconsejó nuestro dios para estos casos. Ofrecerles papas del monte Baudú.¨
Dicho esto, todos se sorprendieron y empezaron a mirarse extrañados. Por los pobladores era conocido que en el monte Baudú se producían las papas más venenosas de toda la isla. Quien comiese de allí sufriría una tortuosa y larga muerte. Empezaba con dolores estomacales y calambres, avanzado a migrañas, dificultad para respirar y punzadas en el corazón. La persona terminaba deseando morir después de tanto sufrimiento.
Sin embargo, estas papas no sólo tenían esa facultad ponzoñosa. Las usaban los hombres más sabios para descubrir verdades a las que no podían acceder directamente.
Yarsha, desde su experiencia nunca confió de los navegantes, pero para asegurarse decidió dejar papas camufladas en las habitaciones de estos hombres.
Después de un tiempo, Yarsha mandó  a cogerlas para analizarlas, porque sólo él desde su sabiduría podía descifrar los códigos que en la papa se observaban.
Cerca de una semana duró Yarsha descodificando lo que allí se veía. Después de realizar dicha interpretación organizó una reunión con los hombres de más confianza para contener las acciones maquiavélicas de los navegantes.
La primera decisión fue consultar con el dios Segaron el castigo que se debía ejecutar. Para ello Yarsha ascendió el monte Danasbo, el más alto de la región. Allí logró entrar en comunión con Segaron y éste le aconsejo el mejor castigo.
Todo se planeó y ahora veían a los navegantes desesperados, queriendo tener 8 manos para sobarse los lugares en los que estaba sintiendo dolor. Los pobladores sentían ira y frustración, pero en su cultura la venganza no se veía bien. Todos dejaron el lugar y continuaron sus labores cotidianas mientras los navegantes pedían piedad.
Al cabo de unas horas de gran sufrimiento, los navegantes entraron en un estado de semiinconsciencia producto de los dolores que sentían en todo el cuerpo. Sus sensaciones se hallaban paralizadas, no tenían percepciones del ambiente que los rodeaba y una oscura sombra nubló su visión.
La muerte fue un descanso para sus cuerpos incapaces de tanto aguante, pero sus almas vagaron por siempre esas tierras sin poder escapar de ellas hacia un lugar donde pasar la eternidad. Una extraña fuerza se los impedía y los recuerdos trágicos de la muerte los atormentaba todo el tiempo, impidiendo el tan prometido descanso que se pregonaba en la religión del país de los navegantes.
Tampoco podía expresarse entre ellos o hacia los demás, por lo que su único consuelo era mirar por las noches a las jóvenes y bellas pobladoras mientras se desvestían para aplicar unas manuelas a mano cambiada que llenaran un poco de paz el angustiado espíritu de estos navegantes de la vida y la muerte. No cabe en la cabeza de nadie cuerdo que después de muerto se sienta algo, pero para estos hombres en ese aburrimiento nada era imposible.

El elefante rosa del viejo oeste espacial con infulas pirata-bucaneras y con bronceado caribeño aconseja...

No metan la lengua en el ventilador, sabe a polvo....